Primera semana de viaje en Ecuador

Llegamos a Quito la noche del 12 de enero. A nuestra llegada, nos recibieron Ignacio y Christian, los encargados del departamento de relaciones internacionales de la universidad. Fueron súper amables con nosotros y son muy jóvenes porque tienen solo 26-27 años. Nos reunimos con un grupo conformado principalmente de estadunidenses quienes iban a estudiar en Cuenca para viajar toda la semana con nosotros. Todo el programa estaba previsto. Primero, dormimos en Quito para ir el día siguiente a Otavalo, un pueblo típico ecuatoriano donde hay un mercado muy famoso. Vimos a artesanos que hacían ropa e instrumentos musicales en su casa, fue una experiencia muy enriquecedora ya que descubrimos mucho esta cultura. Dormimos una noche en Otavalo. El día martes fuimos a la mitad del mundo, donde se encuentra la línea equinoccial. Fue chistoso, tener un pie en cada hemisferio. Regresamos a Quito, donde fuimos al museo del pintor más famoso del Ecuador: Guayasamin. Su pintura representa muchos eventos que ocurrieron en el siglo veinte. Me hace pensar un poco en la pintura de Picasso. El miércoles, visitamos la ciudad de Quito. En mi opinión, es una linda ciudad a pesar de su altitud de 2850 metros. El día siguiente, fuimos a la selva ecuatoriana por 3 días. Nos alojamos en un tipo de cabaña para dos. No había electricidad, solo la había en el área común. Estaba con mi lámpara para tratar de ver y poder ducharme cuando vi una enorme araña (una tarántula). Tuve mucho miedo pero, el chofer de bus me dijo que no era peligrosa. Descubrimos la selva de varias maneras. Primero fuimos hasta una reserva de animales en canoa en el rio Napo (uno de los más grande de Ecuador). Vimos varios animales: serpientes, loros, cocodrilos… Nos bañamos en el rio, fue muy agradable. El día siguiente caminamos en la selva hasta una catarata. Hay mucha humedad! Nos bañamos en la cascada, era increíble. La comida local es a base de muchas frutas y vegetales. Tuve la  turista así que no me sentí bien durante dos días. Esta experiencia en la Amazonia fue muy fuerte ya que nos encontramos con las personas que viven junto al río.